Hace más de tres décadas, mi vida tomó un giro inesperado cuando me diagnosticaron con Diabetes Tipo 1 (DT1). Desde entonces, ha sido un viaje lleno de altibajos, aprendizajes y, sobre todo, de mucha introspección.
Este no es solo el cuento de cómo manejar una enfermedad día a día, sino la historia de cómo encontré mi voz y mi espacio en un mundo que, a veces, no capta la realidad de vivir con DT1.
Inicios bajo el manto del secreto y la vergüenza
Mis primeros pasos en este camino estuvieron marcados por el aislamiento.
Las jeringas y el olor a alcohol se convirtieron en mis constantes compañeros, refugiándome en la soledad de cualquier baño disponible para hacerme las inyecciones en secreto.
Este aislamiento no era solo físico; era un muro emocional enorme que me separaba de los demás, haciendo que la enfermedad se sintiera como una marca de vergüenza, algo totalmente injusto.
Puntos de inflexión: vulnerabilidad y conexión
Aunque el camino ha tenido sus obstáculos, también me ha regalado momentos de vulnerabilidad que se transformaron en oportunidades para abrirme y conectar de verdad.
Recuerdo una comida de trabajo donde, al mencionar casualmente mi DT1, desperté un montón de preguntas. Un simple «¿Te tenés que inyectar todos los días?» me puso en el centro de atención, reviviendo esa sensación de vergüenza que pensé que había dejado atrás.
Pero también hubo momentos de comprensión profunda, como aquella vez en la casa de mi pareja, cuando compartir el proceso de inyección se convirtió en un acto de intimidad y apertura. «¿Puedo ver cómo lo hacés?», me preguntó, y ahí entendí el verdadero valor de compartir y conectar con alguien.
La conferencia ATTD 2024: Un faro de esperanza
Participar en la conferencia Advanced Technologies & Treatments for Diabetes (ATTD) 2024, en Florencia, Italia, fue algo revelador.
Me encontré en un espacio donde no tenía que esconderme, donde podía ser yo mismo sin miedos.
«Nunca me di tantas inyecciones en público», llegué a decir, sorprendido de mi propio desparpajo.
Esa experiencia cambió mi forma de ver la diabetes: ya no como algo que ocultar, sino como una parte de mí que podía compartir abiertamente.
La tecnología como catalizador del cambio
El poder transformador de la tecnología en el manejo de la DT1 no puede ser subestimado.
Dispositivos como el FreeStyle Libre, MiaoMiao o Bubble Mini, así como herramientas como Nightscout y xDrip4iOS, no solo han cambiado mi enfoque en el manejo de la diabetes; han redefinido mi visión completa de la vida con DT1.
Esta tecnología, ofreciendo monitoreo de glucosa en tiempo real, me ha empoderado para vivir más allá de las limitaciones de mi condición, fomentando una postura proactiva hacia la salud y el bienestar.
Construyendo puentes: defensa y esperanza
Al compartir mi historia en redes, me di cuenta de que hay mucha gente pasando por lo mismo.
Aunque la tecnología es una gran aliada, lo que verdaderamente nos mueve son las conexiones humanas. Esas conversaciones, ese sentirse entendido, es lo que realmente hace la diferencia.
Invito a todos los que viven con diabetes a que no se aíslen. Hay una comunidad entera dispuesta a abrirles los brazos.
Mi experiencia en la conferencia ATTD 2024 fue un punto de inflexión, y espero que mi historia inspire a otros a buscar y brindar apoyo.
Más que una lucha contra una enfermedad, mi experiencia con la DT1 es un viaje hacia la plenitud, rodeado de personas que entienden y apoyan.
Es la prueba de que, compartiendo nuestras historias, podemos convertir los retos individuales en una fortaleza colectiva.
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