El Ministerio de Salud Pública (MSP) ha anunciado un cambio significativo en la forma en que se proveerán las insulinas de larga duración en el país.
Según la nueva disposición, que entrará en vigencia en breve, las mutualistas asumirán la responsabilidad de entregar estas insulinas directamente a los pacientes, eliminando así la intermediación del Fondo Nacional de Recursos (FNR).
Según fuentes del FNR, «lo que va a cambiar es el hecho de quién financia ahora dicha prestación. Y para quienes vienen recibiendo ya la medicación, la manera de gestionarla va a ser directamente con el prestador de salud (la mutualista). El FNR no tendrá más injerencia en eso».
Sociedad de Diabetología impulsa ampliación de oferta
Ante esta modificación, la Sociedad de Diabetología y Nutrición ha hecho un llamado para ampliar la oferta de insulinas de larga duración por parte de los prestadores de salud.
La presidenta de la sociedad, Adriana Dominzain, ha destacado la importancia de brindar acceso a una variedad de opciones terapéuticas para adaptarse a las necesidades individuales de cada paciente.
Insulinas de primera y segunda generación
Las insulinas de primera generación, como la Lantus del laboratorio Sanofi, son análogos de insulina que han sido modificados para tener una acción más prolongada que la insulina regular.
Estas insulinas ayudan a mantener niveles estables de glucosa en sangre durante un período más largo, lo que las hace ideales para el control a largo plazo de la diabetes.
Por otro lado, las insulinas de segunda generación, como la glargina-300 y degludec, son una evolución de las insulinas de primera generación.
Tienen una duración de acción aún más larga, lo que significa que pueden proporcionar un control de la glucosa en sangre durante un período más prolongado.
Además, se ha demostrado que reducen la tasa de hipoglucemias, haciéndolas más seguras.
Importancia de la elección del tratamiento
La posibilidad de acceder a una variedad de insulinas de larga duración es fundamental para garantizar un manejo óptimo de la diabetes.
Cada paciente tiene necesidades y características individuales que requieren un enfoque personalizado en el tratamiento.
Por lo tanto, la inclusión de una amplia gama de opciones terapéuticas es un paso positivo hacia la mejora de la atención en salud.
El cambio en la gestión de las insulinas de larga duración representa una oportunidad para mejorar el acceso y la calidad de la atención para las personas con diabetes en Uruguay.
La implementación efectiva de estas medidas, junto con la posible inclusión de insulinas de segunda generación, promete brindar opciones terapéuticas más completas y adaptadas a las necesidades de cada paciente.