El acceso a la tecnología es clave en el manejo de la diabetes, y un reciente estudio lo confirma: el uso de monitores continuos de glucosa (CGM, por sus siglas en inglés) no solo mejora el control glucémico, sino que también reduce significativamente el riesgo de muerte en personas con diabetes tipo 1 y tipo 2.
La investigación, presentada en el Congreso Mundial sobre Resistencia a la Insulina, Diabetes y Enfermedades Cardiovasculares en diciembre de 2024, aporta evidencia sólida sobre el impacto positivo de esta tecnología en la salud y calidad de vida de las personas con diabetes.
¿Qué demuestra la investigación?
El estudio, dirigido por el Dr. Peter Reaven, profesor de medicina interna en la Universidad de Arizona y director del programa de investigación en diabetes del Phoenix Veterans Affairs Health Care System, analizó datos de 2.665 adultos con diabetes tipo 1 y tipo 2 que utilizaron monitores continuos de glucosa entre 2015 y 2020.
Los resultados son contundentes:
- 47 % menos riesgo de muerte en personas con diabetes tipo 1 que usaron CGM en comparación con quienes no lo usaron.
- 21 % menos riesgo de muerte en personas con diabetes tipo 2 que usaron CGM.
Estos hallazgos fueron publicados en la revista científica Diabetes Care y refuerzan la necesidad de un acceso más amplio a esta tecnología.
¿Por qué los CGM pueden salvar vidas?
A diferencia de las mediciones puntuales con glucómetro, los monitores continuos de glucosa miden los niveles de glucosa en sangre cada 5 minutos, lo que representa 288 mediciones diarias sin necesidad de pinchazos constantes.
Esta información continua permite:
- Prevenir hipoglucemias severas: Bajones de glucosa que, si no se detectan a tiempo, pueden llevar a convulsiones, coma o incluso la muerte.
- Detectar hiperglucemias peligrosas: Situaciones como la cetoacidosis diabética o el coma hiperosmolar, que también pueden ser fatales.
- Mejorar el tiempo en rango: El porcentaje de tiempo que una persona mantiene sus niveles de glucosa en un rango saludable.
Según los investigadores, métricas como el tiempo en rango y la variabilidad glucémica (las fluctuaciones en los niveles de glucosa) predicen el riesgo de mortalidad mejor que la hemoglobina glicosilada (HbA1c).
Aquellos con mayor tiempo en rango y menor variabilidad glucémica mostraron un riesgo significativamente menor de complicaciones y mortalidad.
Hallazgos adicionales
El estudio también reveló que factores como el clima y los hábitos diarios pueden influir en el control glucémico:
- Durante el invierno, los niveles de glucosa tienden a ser más altos, y el tiempo en rango disminuye. Esto fue especialmente notable en regiones frías como el noreste de los Estados Unidos.
- Durante los fines de semana, las personas presentaron menor tiempo en rango y niveles más altos de glucosa en comparación con los días de semana.
Estos datos subrayan la importancia del monitoreo constante para identificar patrones y ajustar el tratamiento según las necesidades de cada persona.
Situación en Uruguay: acceso limitado
En Uruguay, el acceso a los monitores continuos de glucosa está restringido.
Las mutualistas solo cubren esta tecnología para menores de 21 años, lo que deja a muchos adultos sin acceso a una herramienta que, como muestra este estudio, puede salvar vidas.
La diabetes tipo 1 no desaparece a los 21 años, y contar con un CGM puede marcar la diferencia en la prevención de complicaciones graves.
El uso de monitores continuos de glucosa no solo mejora el control diario de la diabetes, sino que reduce el riesgo de mortalidad a largo plazo.
La investigación presentada por el Dr. Peter Reaven es un llamado a la acción para garantizar un acceso equitativo a esta tecnología, especialmente en países como Uruguay, donde el acceso es limitado.
Fuentes: Reaven PD, et al. Diabetes Care. 2023; doi:10.2337/dc22-2189. World Congress on Insulin Resistance, Diabetes & Cardiovascular Disease; Dec. 12-14, 2024; Los Ángeles.