En el manejo de la diabetes, el debate sobre qué indicador refleja mejor el control de la enfermedad es crucial. Analizamos las ventajas y limitaciones tanto de la hemoglobina glicosilada como del tiempo en rango.
La tradicional hemoglobina
La hemoglobina glicosilada, también conocida como hemoglobina A1c (HbA1c), es una forma de hemoglobina que se mide principalmente para identificar el promedio de los niveles de glucosa en la sangre durante un período de dos a tres meses.
La hemoglobina, la proteína en los glóbulos rojos que transporta oxígeno, se une a la glucosa en un proceso llamado glicosilación.
La «A1c» es una subfracción específica de la hemoglobina que se ha unido a la glucosa, y esta combinación es permanente durante la vida del glóbulo rojo, que es de aproximadamente 120 días.
Según la American Diabetes Association, un valor de HbA1c inferior al 7 % generalmente indica un buen control de la diabetes, aunque los objetivos pueden variar según las circunstancias individuales.
Sin embargo, la HbA1c no refleja las fluctuaciones diarias ni identifica episodios de hipoglucemia o hiperglucemia, lo que puede ser una limitación para ajustar el tratamiento en tiempo real.
Hemoglobina: objetivos
En general, una persona sin diabetes suele tener una hemoglobina glicosilada por debajo del 5.7 %. Este rango es considerado normal y no indica problemas con el control del azúcar en la sangre.
La American Diabetes Association (ADA) recomienda que las personas con diabetes mantengan un valor de hemoglobina A1c por debajo del 7 % para indicar un buen control.
No obstante, esta recomendación puede variar según las condiciones individuales y es fundamental que las personas con diabetes trabajen junto con sus profesionales de la salud para establecer metas personalizadas.
El emergente tiempo en rango
El tiempo en rango (TIR, por sus siglas en inglés), medido a través de dispositivos de monitoreo continuo de glucosa (CGM), ofrece una perspectiva diferente.
Este indicador muestra el porcentaje de tiempo que los niveles de glucosa se mantienen dentro de un rango específico, comúnmente entre 70 y 180 mg/dL.
Proporciona una visión más detallada y actualizada del control glucémico y es invaluable para ajustar la dieta, el ejercicio y la medicación en tiempo real.
El TIR ha ganado reconocimiento porque, a diferencia de la HbA1c, capta la variabilidad glucémica y puede ayudar a evitar interpretaciones erróneas del control glucémico que podrían derivarse de los valores promedio de glucosa.
Los primeros estudios sugieren que el tiempo en rango puede predecir eficazmente las complicaciones de la diabetes a largo plazo (p. ej., Diabetes Care 2019, Diabetes Care 2018).
En un nuevo análisis de un estudio histórico (DCCT), los investigadores encontraron una fuerte relación entre diferentes niveles de tiempo en rango y las complicaciones de la diabetes: enfermedades oculares (retinopatía) y enfermedades renales (microalbuminuria). A medida que aumentó el tiempo en rango, disminuyeron las complicaciones.
Tiempo en rango: Objetivos
Recientemente, investigadores publicaron objetivos de tiempo dentro, por encima y por debajo del rango para varios grupos de personas con diabetes.
Para las personas con diabetes tipo 1 o tipo 2, los expertos recomiendan apuntar a:
- Al menos el 70 % del día en 70-180 mg/dl (dentro del rango)
- Menos del 4 % del día por debajo de 70 mg/dl (por debajo del rango)
- Minimizar el tiempo cada día por encima de 180 mg/dl (por encima del rango)
Evaluando el debate
Mientras la HbA1c puede ser medida en cualquier laboratorio sin necesidad de tecnología costosa, lo que la hace accesible y práctica para la mayoría de los pacientes, el TIR requiere el uso de tecnología CGM, que puede ser costosa y no está disponible para todas las personas con diabetes.
Además, es importante entender la correlación entre los valores de HbA1c y los niveles promedio de glucosa en sangre.
Para tener una idea, a continuación se presentan los valores de hemoglobina y el promedio aproximado de glucosa que significaría cada uno:
- 6 % – 126 mg/dL
- 7 % – 154 mg/dL
- 8 % – 183 mg/dL
- 9 % – 212 mg/dL
- 10 % – 240 mg/dL
Esta conversión se basa en la fórmula del DCCT (Diabetes Control and Complications Trial), que ha sido adoptada por muchos laboratorios y organizaciones de salud para estimar los niveles promedio de glucosa a partir de los valores de A1c.
Estos valores son aproximaciones basadas en la fórmula del DCCT y pueden variar ligeramente dependiendo de otros factores individuales de salud.
La combinación de HbA1c y tiempo en rango ofrece la mejor oportunidad para un manejo efectivo de la diabetes, proporcionando tanto una perspectiva a largo plazo como una evaluación detallada de las fluctuaciones diarias en los niveles de glucosa.
Este enfoque integral ayuda a establecer un plan de manejo más personalizado y efectivo, y es especialmente útil en casos donde los valores de HbA1c pueden ser engañosos debido a episodios frecuentes de hipoglucemia.
¿Entonces? ¿A cuál debemos hacer caso?
En la gestión integral de la diabetes, es fundamental contar con herramientas diagnósticas que proporcionen información precisa y relevante sobre el estado glucémico del paciente.
A lo largo de los años, la hemoglobina glicosilada ha sido el estándar dorado para evaluar el control de la glucosa a largo plazo en personas con diabetes.
Esta medida es invaluable por su capacidad de ofrecer una imagen promediada del control glucémico durante un período extendido, facilitando así decisiones clínicas basadas en tendencias estables en lugar de fluctuaciones momentáneas.
Sin embargo, la HbA1c tiene sus limitaciones, especialmente porque no capta las variaciones diarias ni los episodios de hipoglucemia o hiperglucemia que son críticos para el ajuste fino del manejo terapéutico.
Por otro lado, el tiempo en rango, medido a través de dispositivos de monitoreo continuo de glucosa (CGM), complementa a la HbA1c ofreciendo una perspectiva instantánea y detallada de la gestión glucémica.
El TIR permite a los pacientes y médicos visualizar el porcentaje de tiempo que los niveles de glucosa permanecen dentro de los límites establecidos, proporcionando así una herramienta dinámica para el ajuste inmediato de la dieta, la medicación y la actividad física.
Esta medida es particularmente útil para identificar y corregir rápidamente las desviaciones en los niveles de glucosa, lo que puede mejorar significativamente la calidad de vida del paciente y evitar complicaciones agudas.
La coexistencia de la HbA1c y el TIR ofrece una visión más completa y matizada del manejo de la diabetes.
Dos indicadores son mejores que uno solo
Mientras que la HbA1c sigue siendo una herramienta esencial para las evaluaciones a largo plazo, el TIR aporta una dimensión adicional al enfocarse en la calidad del control glucémico a corto plazo.
Esta dualidad de perspectivas es crucial, pues mientras que la HbA1c puede proporcionar una sensación de seguridad sobre el control general, el TIR puede revelar problemas ocultos que podrían pasar desapercibidos, como la variabilidad glucémica, que es un factor de riesgo conocido para el desarrollo de complicaciones diabéticas.
Tanto la hemoglobina glicosilada como el tiempo en rango son indicadores imprescindibles en el arsenal de herramientas para el manejo efectivo de la diabetes.
Cada uno aporta elementos únicos que, cuando se utilizan conjuntamente, permiten un enfoque más robusto y personalizado del tratamiento.
Al integrar ambas medidas, los profesionales de la salud pueden desarrollar planes más precisos y adaptados a las necesidades individuales de cada paciente.
Este enfoque integrado no solo mejora la precisión del tratamiento, sino que también empodera a los pacientes en el manejo de su condición, facilitando una mejor calidad de vida y minimizando el riesgo de complicaciones a largo plazo.